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Sacha Tebó: Expone en México

El artista Sacha Tebó, residente en Santiago de los Caballeros desde hace más de 10 años. saldrá el próximo Domingo hacia Mexico, arribando a la ciudad de Monterrey, donde expondrá el 30 de Noviembre enla Galería Muró de dicha ciudad, también asistirá a una serie de exposiciones con carácter retrospectivo en diferentes galerías del Distrito Federal

(Ciudad México) y en los Museos de Arte Contemporáneo de las ciudades de Mérida y Oaxaca y Michoacan. Dicho artista goza de mucho prestigio en Estados Unidos, Islas Virgenes, Curazao y América Central, as como en ciudades europeas, en especial Amsterdam y París donde ha expuesto recientemente. Estos eventos con carácter museológicos en México confirman que Tebó es uno de los artistas americanos originarios del Caribe que marcan la práctica de este fin del milenio.

Los temas de las obras pictóricas de Tebó engarzan una visualización del mundo y de la sociedad, que se detiene en imágenes de grande poesía, en “Un mundo lleno de niños”, el artista en un azul tierno y eterno, nos conmueve en un enjambre agitado y veloz de personajes alegres, traviesos, en continua actividad. Están sueltos en el cosmos, en el cielo y rebotan sobre la Tierra; el adulto, se hace de la prolongación de la línea negra, que toma un cuerpo extendido al gris. Recordamos con atención palabras compartidas, Tebó tiene un misterio, nunca una línea tan sobria alcanza tanta expresión. Es esta multitud de puntos negros, de gestos encorvados, de saltos en el aire, se desenvuelve la niñez ocupando el espacio. La línea de Tebó tiene una magia que nos invita a descifrar la dirección y el significado de cada orientación, en el primer plano, niños a gatas, más lejos parecen todos volar. Es en este misterio que está toda la fuerza de Tebó en su capacidad de transmitir emociones con un simple trazo. Ultimamente observamos en su obra una metáfora intensa de la fecundidad, de la procreación que simbolizan el círculo y el ovalo y el semicírculo, estas geometrías son la cuna, el receptáculo del simbolismo de la procreación en una simbiosis de las imágenes animales y humanas que sintetizan el concepto filosófico de vida de este creador. En la “Memoria del óvulo”, sobre un círculo exacto y matemáticamente compartido y distribuido en los cuatros espacios que forman el cuadrado, duerme eternamente o descansa en transversal un pez con cara afinada, de sirena durmiente y el mismo centro de las tres superposiciones geométricas (cuadrado, círculo, ovalo) una maternidad surge como símbolo de vida, resultado de fecundación y procreación.

Asumimos interpretar como lectura personal que Tebó entiende por vida todo ser con capacidad de animarse, moverse, respirar y sentir con igual respeto para el fondo marino, la superficie terrestre y el universo. En la obra de Tebó se alcanza una sinfonía armónica entre los colores y las formas. La obra en su conjunto destaca una maestría, una sobriedad y una identidad indisociable del artista. Es sumamente difícil en términos críticos y teóricos comparar el arte de Tebó con algunos artistas de este siglo, debido a la expresión plástica y filosófica tan personal, pero queda claro que tenemos en él una excepción artística, punto de relación a Haiti como a las dos Américas. Debemos señalar, sin embargo, que su fuerza poética y metafórica nos hacen sentir emociones y lecturas estéticas que hemos podido captar frente a obras de Chagall, Miró y Tapiés; además de la fuerza evocativa y la .expresión simbólica, nos recuerda a veces, los juegos de lectura que se desprenden de las obras de Magritte.

Delia Blanco. Crítica de Arte. Miembro de la ACÀ

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